sábado, 12 de julio de 2008

Narcisistas


Están los tímidos, se miran al espejo con vergüenza, casi no aceptan ese incontrolable deseo de admirarse frente al espejo, de pasar horas frente a ese frígido vidrio que solo es un sórdido reflejo de su persona, de babear frente a él y perderse en horas de éxtasis, que voluptuosidad la de invertir horas en el autoengrandecimiento, que delicia la de lamer el vidrio en donde yace aquella sublimada imagen que nos hace soñar despiertos, nos hace estúpidos, como ingenuos enamorados.
Están los arrogantes, estos por su parte lo aceptan con el orgullo de un virtuoso, el amor por ellos mismos es un don divino, del cual solo un pequeño cúmulo de personas tiene el privilegio de gozar, hacen fiestas en honor a su figura, fantasean con besar a su figura, erección que les provoca un placer etéreo, casi inhumano, pasan las tardes ideando formas de engrandecer su figura, pasan días advocandose en el espejo, su comida en esos ritos mortales, no es mas que su imagen, que su burda y patética imagen de la cual solo les durara el gusto un efímero periodo de tiempo, el cual se deteriora con cada segundo, por ende ellos son celosos con el tiempo, lo maldicen por lo bajo, fingen que no ven los relojes para soportar la agonía que les provoca ver el insistente vaivén de las manecillas. 
( fragmento ...)

1 comentario:

fobiaultravioleta* dijo...

Narcisista por excelencia :)