lunes, 25 de agosto de 2008

Mama esta enferma

Mama esta enferma, y es el momento en que volteo a ver aquella mancha que envejece solemne en el suelo, en el que veo aquella imponente esfinge de trastes sucios que reta a cualquiera que ose lavarlos, es el momento en el que me doy cuenta, que la ropa no se lava sola o que la comida no se compra ya hecha, y tal vez exagerando un poco y con temor a equivocarme por no estar seguro, es cuando resuelvo que la casa no es esa ente con vida que se arregla sola.

oh! y que sorpresa la mía al ver tantas cosas sin hacer, tanto desorden y tanta confusión entre los habitantes de la casa, que simple me siento ante la cantidad de cosas que un sola persona puede hacer...
fragmento

domingo, 17 de agosto de 2008

cursilerías

Almohadas, todos tenían almohadas!, las nubes parecían de algodón, incluso al probarlas a eso sabían, las calles explotaban en miel, y al anochecer la luna cansada de tantas cursilerías, se erguía soberbia sobre el sofocado ocaso, que todavía conservaba un poco de rosa en su velo con el cual cubría a los amantes sinceros del lugar.

Las estrellas cantaban melodramas, y en su dulce céfiro hasta las luciérnagas bailaban en sones de armonía, tanta cursilería me embriagaba...       

sábado, 16 de agosto de 2008

Todo estaba bien

Todo estaba bien, ni siquiera se veía desgastada por al solemnidad de su cara, ni siquiera se ruborizaba por el roce constante de sus caderas con él, aquella persona parecía mas bien un monumento a la frigidez, en la casa los invitados se colgaban de las paredes para reprimir el deseo a morder las dulces y tiernas manzanas de la casa, en el baño se alcanzaban  a percibir estruendos de lascivia concurrencia, hasta los eruditos, humanos cuadrados que no saben ni respirar solos, se cautivaban por las sirvientas de la casa, que dejaban ver sus pantaletas a cada oportunidad que tenían, incluso las señoras gordas de protocolo que parecen no tener inclinaciones sexuales definidas, se paseaban de cama en cama disfrutando la diversidad que ofrecía la fiesta, los maridos, las esposas, los amantes, las amantes, incluso los perros y animales exóticos tomaban partida en las fructuosas orgías.
La policía, que llegó alarmada por la llamada de un transeúnte no tardo en unirse al festín, las copas de vino resbalaban felices de mano en mano, las bocas suplicaban descanso ante tanto ajetreo, los cuerpos volaban indómitos por el ambiente de creciente y sublimada voluptuosidad ajena, el tiempo parecía un estado natural del espacio, hasta la decoración detonaba un cambio drástico a cada paso de manecilla, olas de espasmos recorrían sedientas todos los cuerpos encimados.... 
Fragmento