sábado, 28 de marzo de 2009

*De los berrinches y la falta de oxigeno.

Dije "si" con la seriedad de un rectángulo, acepté ser expectante de la lluvia, me resigne a los juegos de mesa, a los placeres de segunda mano, a los amores de su igual, a las risas discretas,a los abrazos cortos y tímidos, a las risas banales, a los sentidos agotados. me resigne a ti, y aunque todavía me sigues revolviendo el estomago, no niego mi real deseo de respirar aire nuevo, de cantar bajo la lluvia como acostumbraba, feliz y tranquilo, sin los poros clavados de espinas, con la sonrisa taladrada por el deseo, sin las manos muertas y la cabeza seca, con aquellos cambios bruscos que me hacían tan yo, sin las palabras rígidas que me vuelven simple, sin la sonrisa hueca que me hace liso y sin la idea de retorcerme al escuchar tu nombre...

jueves, 26 de marzo de 2009

Sentidos alterados*

Con los sentidos alterados, algo confundido, cansado, tan cansado, deseando tu mirada pero ignorandola, la eterna contradicción que nos provoca el insomnio, vista cansado, púrpuras en el ambiente,  una cabeza volátil, palabras distraidas, deseos cruzados, y una sonrisa seca, tan seca, creciendo como pasto, moviendose como continente, aquella pesadez mortuoria nos cala el alma, nos consume por dentro hasta destrozarnos el cráneo de idea huecas, de sentimientos encontrados y pesados  

sábado, 21 de marzo de 2009

baja la guardia*

Relaja los hombros, respira libre, de aquel aire que le es infiel a las estancias,  baja la guardia, tranquila (o), ni siquiera voltees a los espejos, quema un poco de ansias, las ascuas son crónicas, los melodramas y la música, acordes violetas, caídas pluviales, palabras en tirabuzón, sueños a quemarropa, abrazos distraídos, sentimientos accidentados,  noción pobre del tiempo, y un dulce susurro al oído, susurros impulsivos, casi insinuantes, mantener la cabeza fría, eso también ayuda, eso también limita, y acaba disfrutando la vida, escuchando una buena canción, robando un beso o hasta escribiendo, que los sueños te taladren el espinazo, que te huela la cara el deseo, y vivas libre, realmente libre.