sábado, 16 de agosto de 2008

Todo estaba bien

Todo estaba bien, ni siquiera se veía desgastada por al solemnidad de su cara, ni siquiera se ruborizaba por el roce constante de sus caderas con él, aquella persona parecía mas bien un monumento a la frigidez, en la casa los invitados se colgaban de las paredes para reprimir el deseo a morder las dulces y tiernas manzanas de la casa, en el baño se alcanzaban  a percibir estruendos de lascivia concurrencia, hasta los eruditos, humanos cuadrados que no saben ni respirar solos, se cautivaban por las sirvientas de la casa, que dejaban ver sus pantaletas a cada oportunidad que tenían, incluso las señoras gordas de protocolo que parecen no tener inclinaciones sexuales definidas, se paseaban de cama en cama disfrutando la diversidad que ofrecía la fiesta, los maridos, las esposas, los amantes, las amantes, incluso los perros y animales exóticos tomaban partida en las fructuosas orgías.
La policía, que llegó alarmada por la llamada de un transeúnte no tardo en unirse al festín, las copas de vino resbalaban felices de mano en mano, las bocas suplicaban descanso ante tanto ajetreo, los cuerpos volaban indómitos por el ambiente de creciente y sublimada voluptuosidad ajena, el tiempo parecía un estado natural del espacio, hasta la decoración detonaba un cambio drástico a cada paso de manecilla, olas de espasmos recorrían sedientas todos los cuerpos encimados.... 
Fragmento              

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